martes, 24 de marzo de 2009

El cine y sus Valkyrias

Se estrenó la película Operación Valkirya y la crítica local le dió con palo, opaca sin movimiento, Cruise como siempre, en fin.
Personalmente cuando leo una crítica la tomo con pinzas, los bodrios me resultan interesantes. De un lado están los críticos que solo avalan lo que los grandes estudios y la academia dictan y del otro lado los que dicen que el buen cine es ese de bajo presupuesto con personajes oscuros y miserables que solo entienden las mentes cultivadas y sensibles. Ni lo uno, ni lo otro, creo que hay que ver lo que manda tu interés y curiosidad, me divierto sin reparos con Sandler y también puedo ver “A la izquierda del padre”, de Luis Fernando Carvalho.

Volviendo a Valkyria no es que sea la película del año, sin embargo nos presenta un ángulo poco rescatado en el cine de la Alemania que se resistía a la visión Hitleriana y eso ya es bastante. Si bien es cierto existe también una versión alemana de Jo Baier hecha para la televisión, la de Bryan Singer y Cruise le imprimen un aire fresco a la escena del cine con respecto a la Alemania de la segunda Guerra mundial. Ya que como he leído en varios artículos recientes, los cineastas buscan ganar figuración y premios a costa del tema judío, o es un ensañamiento mórbido con uno de los acontecimientos más oscuros y repudiables de la historia.
Algunos dicen que los motiva el hecho de que no se puede borrar de nuestra memoria este hecho y lo siguen tratando para que no vuelva ocurrir. ¿Y que paso con las bombas atómicas de Truman?, Yugoslavia, el Apartheid, Ruanda, Camboya, La Manchuria, la aniquilación de los indios norteamericanos y otros crímenes contra la humanidad.

Queremos que estos vuelvan a ocurrir o estos temas no dejan buenos réditos, acaso el cine fue, es y será un instrumento de mercadotecnia que rinde pleitesía a intereses particulares. ¿Será una utopía que el cine logre madurar en este aspecto? Acepto pecar de idealista, purista, soñador.
Lo que me extraña es que la industria norteamericana y europea no realicen otros temas, por ejemplo no sería exitante recrear, el contexto, los temores, el sacrificio, la proesa, las contradicciones, el alcoholismo y la inmolación de Yuri Gagarin, o tal vez resulte aburrido ver a un ruso orbitando versus un salvador del mundo de otra bandera.
Como Alemania, un país líder en desarrollo tecnológico aplicada en energía, automóviles, maquinaria, química, construcción, nanotecnología, líder en patentes alrededor de 24,000, creadora del concepto de escuela de superior, reaplicado en muchos países, con 65 premios Nobel en ciencias naturales y medicina: Koch, Planck, W.C. Roentgen, Einstein, etc, no impulsa la producción de las historias que rodean estos hechos o personajes, o acaso están condenados a ser los malos de la película.

Caso también reciente, la poca difusión de la película el Che, el argentino. Cuál es el temor de apreciar un retazo del ideal de este hombre, equivocado o no cada quién absorberá lo que le parece positivo, tanto del film o del tema histórico. El desenlace de la revolución cubana ya lo sabemos, bloqueada desde afuera y desde adentro. De dictaduras no voy a hablar porque el menor síntoma de estas me indispone.

Aparentemente las guerras frías en el cine nunca terminan.
Me parece que el cine como arte y medio aun esta en deuda, seguro a la espera de un Wagner cineasta que resuelva que Odín dispense algunas de sus valkirias y estas velen por un cine tal vez más sencillo y honesto, sin dobles lecturas, menos manipulador, más aventurero, más cómico, más histórico, más dramático, más imaginativo.

1 comentario:

  1. Te apoyo totalmente. Nunca crean en los criticos, si quieres conocer algo, miralo por ti mismo y crea tu propia opinión. Lo de la guerra fria no puede ser más cierto.

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