lunes, 4 de mayo de 2009

Iwant to believe / Quiero creer

Unas semanas atrás se difundió en diferentes medios peruanos un video amateur donde muchos ven un extraterrestre. Registrado hace algún tiempo por un médico, en una zona cercana al cementerio de Santa Rosa de Quives, este deja ver detrás de la persona que aparece en imágenes no muy claras por cierto, un “ser” bastante delgado de cabeza alargada, con tronco, extremidades superiores e inferiores, que desaparece tranquilamente entre la vegetación.
Intrigante, el video no parece ser trucado, sin embargo no es concluyente, pudo ser también que una caprichosa ventisca desplazara algunas ramas que coincidieron con formas antropomorfas, un animal parcialmente registrado, etc.

Confieso ser un apasionado del tema, desde chico devoraba las revistas Insólito, Año Cero, libros como Yo visité Ganímedes, Pasaporte a Ganímedes, otros de Fabio Zerpa, J.J. Benítez, documentales en TV, entrevistas, testimonios de encuentros con reticulanos o grises, pleyadinos y reptilóides.
He escuchado coincidentes filosofías que se desprenden del tema extraterrestre, que muchos emprendedores han canalizado creando agrupaciones y hasta sectas.
Mi búsqueda de alguna respuesta me llevó hace unas noches a una conferencia realizada en la Agencia Espacial del Perú acerca del Diseño Inteligente, este que sostiene que somos producto de un experimento genético extraterrestre, hipótesis bastante comentada, el movimiento se arropa en un mensaje de amor traducido por su líder después de haberse entrevistado con un extraterrestre, de lo cual no hay prueba, solo la fe de sus seguidores. Dicen no ser una religión, tampoco encontré ciencia, nada tangible. Deduje un estilo de vida respetable, pero lejano a resolver mis interrogantes.

Quives
El evento del extraño “ser” despertó mi curiosidad y me llevo a husmear a Santa Rosa de Quives, claro, use de pretexto un día de paseo e involucré a mi querida familia, que tuvo que soportar una carretera en plena modificación, desvíos, y para cerrar la tarde, lluvia. Sin embargo siempre es bueno pasar por Checta y zambullirse en la antigua cosmovisión. He subido unas 3 veces a observar los petroglífos, siempre encontré una simpática anciana que tenía su casa al borde de la carretera, justo en la subida al bosque de piedras. Ella siempre recibía e ilustraba a los visitantes, esta vez no la encontre, Doña Consuelo Aranguren falleció en el año 2005.
Ahora la Sra. Virginia y sus niñas le siguen los pasos. Noté una construcción en marcha al costado de la casa y pregunte de que se trataba, eran las futuras instalaciones del museo de sitio, la conversación me llevó a enterarme que La Dama de Checta jamás recibió apoyo formal de las autoridades, lamentable. Ahora con museo de sitio, ojalá los herederos puedan recibir una oportunidad de trabajo, además de incluir en el lugar un espacio dedicado a reconocer el trabajo abnegado de Doña Consuelo.
Acompañado de Cinthia, Maira y la perra Candy subimos a la zona de petroglífos, allí pude nuevamente ver y tocar esas líneas del pasado grabadas en piedra. Zorros, peces, insectos, felinos, serpientes, seres fantásticos, astros y misterio.
Particularmente pienso que estas líneas nos quieren decir algo más, como si silenciosas esperasen una clave que las haga hablar.
Al descender interrogué a algunos lugareños acerca del extraño “ser”, todos conocen bien la historia, aunque nunca antes han escuchado ni visto nada parecido, algunos lo asocian con relatos de fantasmas y duendes.


Además de apreciar los petroglífos de aproximadamente
1,500 años de antiguedad, Checta ofrece un terreno magnífico
para el trekking.



El que escribe en el año 1996 y en la última visita, Marzo del 2009.


Checta, alrededor de 500 figuras que decifrar.

Ovnis, ovejas y flores
Era el año 1986, quien escribe y un grupo de amigos acampamos en Lunahuana, aun no había carretera, ni el turismo de hoy en día, si algo nos ocurría tal vez nadie se enteraba. La noche de viernes santo luego de “cenar”, tendidos boca arriba nos disponíamos a organizar la guardia, cuando una estrella se descolgó de la noche…
…¡Chino! Se mueve…, es una estrella fugaz. Desapareció entre los cerros.
Si claro una estrella fugaz que regresa. Reapareció y revoloteó suficiente tiempo para que los nueve campistas la observaran detenerse, girar, acelerar y desaparecer como ninguna máquina humana conocida lo haría. Un objeto volador no identificado en toda su dimensión, ¿sería un globo aerostático enloquecido?, ¿una cometa iluminada?,
la única conclusión en la que coincidimos fue que pudo ser cualquier cosa.
Esa noche le dimos forma y vida a todas las sombras que proyectaba nuestra fogata y nuestra guardia nocturna consistió en vigilar el cielo.

Salto al año 1993, caminata en la zona de Carhuaz rumbo a Yungay y veo un grupo de personas unas de pie y otras en cuclillas como observando el terreno, me acerco y encuentro media oveja, mas allá un cuarto de esta, a escazos metros un borrego abierto de boca a rabo con maestría y limpieza quirúrgica. Me sorprendió constatar que las orillas de las incisiones estaban perfectamente cauterizadas, como habia leído
en las revistas que atribuían estos hechos a experimentos extraterrestres.
El dueño de los animales entre resignación y sorpresa comentaba que había escuchado acerca de unos abijeos locos que andaban por ahí robándole las tripas a los animales.
Tal vez es una organización mundial, tienen el mismo estilo alrededor del mundo.

En el año 1994 me toco caminar entre los hermosos sembríos de flores en Tarma, la dotación de agua se agotó y las gargantas hace buen rato estaban secas, entre el florido paisaje divisé una pequeña casa de adobes provista de un descolorido letrero, recuerdo de otra época que acuñaba el logo de Lulú, si la bebida. Corrí al tambo y luego de ingerir medio litro de líquido sin respirar, pude entablar comunicación con la señora que atendía, le pregunte cuales eran sus flores. Me señaló sus campos y me dijo que la tierra estaba mala, que habían venido del espacio y estaba cansada de que le remuevan la tierra y se llevaran sus flores. Mi acompañante dijo nunca antes haber visto una boca de asombro tan grande como la mía.
Camine por la zona, no encontré esas artísticas proezas que aparecen en campos de cultivo en distintas partes del mundo, según dicen los entendidos elaborados por tecnología extraterrestre, los llamados foo fighters. Encontré zonas bien definidas y marcadas por haber recibido peso, plantas compactadas y algunas zonas quemadas, nada simétrico ni discernible. Pregunte si no estarían entrando ladrones de flores en vehículos. La respuesta fue directa. “Los he visto de lejos, cuando nos acercamos no hay nada”.

Ciencia y búsqueda
Tal vez mis experiencias son mínimas, he leído muchas historias de contactos que ya quisiera haber vivido. Sin embargo no he encontrado una sola que no tenga la probabilidad de ser un fenómeno atmosférico, artefactos humanos a la distancia, las ganas de querer ver, o montar un fraude por algún beneficio. No dudo de los innumerables avistamiento y experiencias de civiles y militares, pero nunca hemos comprobado que es lo que vemos realmente.

Me identifico con aquella frase del libro “Contacto” de Carl Sagan, “Si estuviéramos solos en el universo, sería un gran desperdicio de espacio”. Sagan comenta, las inteligencias extraterrestres tendrán interés en lo que pensamos, y que queremos para el futuro; sin embargo porque aun no se han presentado, el universo es muy amplio y tal vez aun no nos han encontrado, ¿existirá alguna ética de no interferencia?, ¿Seremos los primeros tecnológicos?, ¿todas las civilizaciones se auto destruyen?
Hoy buscamos un mensaje de las estrellas, existirá una clave o una piedra roseta cósmica que descifre un mensaje interestelar, podría ser el lenguaje común del universo. En las galaxias hay espirales, tormentas, fuerzas gravitatorias, aplica la cuántica, la mecánica, primero tendríamos que comprender el lenguaje de la ciencia, tal vez nos están esperando.

La humanidad de hoy ha sido capaz de enviar un mensaje valiéndose de la radio astronomía, lanzado desde el observatorio de Arecibo en Puerto Rico al centro de la galaxia (m-13) a 15,000 años luz, deben estar muy lejos, en lo que va viajando aun no hay respuesta, no se han comunicado. Que esperamos, pulsaciones, silbidos, si pero no las de un quasar o pulsar, por ejemplo pulsaciones en números primos, solo un saludo pero sabríamos que es posible sobrevivir a la adolescencia tecnológica.
Si fueran muy adelantados probablemente nos enviarían la enciclopedia galáctica con información de más de 1 millón de mundos civilizados. ¿Qué diría nuestra reseña?.
Sería el acontecimiento más importante de la humanidad, sin embargo en la actualidad no existe presupuesto para la investigación y búsqueda sistematizada, si lo hay para las armas.

Hemos enviado las sondas Voyager a explorar los planetas gigantes, la nave será expulsada por lo menos a 1 año luz, si son interceptadas por extraterrestres encontrarán un disco con saludos en distintas lenguas, fotos de nuestras civilizaciones, canto de ballenas, música (incluye música andina del Perú) sentimientos, información genética, etc. Nuestro álbum familiar.
Por más incompleto y extravagante que sea el mensaje, comprenderán que somos una especie con pasión por el conocimiento y el futuro, con algo de inteligencia y el deseo enorme de entrar en contacto con el cosmos.


Arriba a la izquierda, placa de las sondas Pioneer lanzadas en 1972-73.
izquierda abajo, disco de las sondas Voyager lanzadas en 1977.
Derecha, mensaje de Arecibo. Contiene código binario, información
sobre la tierra, el sistema solar, el ser humano, ADN, números atómicos
del hidrógeno, oxígeno, carbono, entre otros.


Por el momento, me voy a quedar con la frase del genial afiche del personaje de ficción, Fox Mulder: I want to believe / “Quiero creer”. Y la conclusión de Sagan: La búsqueda seria de inteligencia extraterrestre es la búsqueda de nuestra propia identidad.

La data científica ha sido tomada de la extraordinaria obra de Carl Sagan, Cosmos.